jueves, 28 de febrero de 2013

LA VIAJADERA DE LOS PLANETAS - CAPITULO III: Desde Pattani


"La Viajadera de los Planetas" se dirige a Pattani (en idioma tailandés: จังหวัดปัตตานี), es una de las setenta y seis provincias que conforman la organización territorial del Reino de Tailandia.  
Pattani se encuentra en la Peninsula de Malaca, con la Costa del Golfo de Tailandia en el norte. En el paisaje montañoso se encuentra al sur con la cordillera de Sankalakhiri, incluido el Parque Nacional Budo-Su-ngai Padi, que se encuentra en la frontera de Yala y Narathiwat. 




                                     

DESDE PATTANI
Por: Emma Herrera

Mis queridos todos...
Tras más de tres semanas,por NARATHIVAT, partí con la absoluta certeza de que el lugar, se convirtió, en uno de esos en los que algo de mi corazón se queda.
Una muy fácil sesión de auto-stop, nos llevó, en un flamante y confortable todo terreno, durante 100 kms.,(en los que los bloqueos militares se sucedieron cada 10 kms.), hasta la provincia de PATTANI,concretamente hasta su capital, PATTANI
La Provincia de Pattani tiene una superficie de 1940 km2
Es una pequeña ciudad de 50.000 habitantes que, si bien no cuenta con la estética encantadora de NARATHIVAT, despertó, sin ningún esfuerzo, mi interés incitándome a mantenerme unos días por el lugar. Si en la anterior provincia éramos una rareza exótica, por aquí somos seres de otra galaxia. Mi primera impresión fue el percibir en sus gentes, una sombría tristeza, pero un mínimo amago de sonrisa, por mi parte, rompió con cualquier reticencia, desencadenando auténticas muestras de bienvenidas y apertura, que han continuado aumentando con el transcurso de los días, muestras de amabilidad de un grado tal que, me dejan mas de una vez sorprendida y perpleja. La confianza crece y, después de varios días por estos parajes, por ejemplo, me resulta imposible cruzar un colegio de pequeñajos, sin convertirme en una flautista de Hamelin (sin instrumento). Esta es una experiencia que me provoca grandes emociones y ternuras inmensas. El lugar está cruzado por el río PATTANI, que 2 Kms. más abajo, desemboca en la bahía, formada naturalmente, por el acumulo de arena arrastrada por el viento. Esta duna hace de tope, que protege el lugar de los desastrozos monzones que asolan la zona.
Aquí en la bahía, el puerto está lleno de barcos de pesca de todos los tamaños, que convierten el área en un inolvidable hervidero. Con el trasiego de estos, situarse en el medio, sobre el gran puente que cruza el río en su llegada, al final, resulta un lugar asombroso, para disfrutar de las vistas, de la brisa y encandilarte con el paso de las naves bajo tus pies. “Gran lugar para olvidarte momentáneamente del transcurrir del tiempo”. En el centro de la ciudad, los puentecillos que cruzan el río, conectan un lado de PATTANI con  el otro. En los márgenes, siempre hay barcos atracados y, especialmente en sus orillas, se encuentran los asentamientos musulmanes. Ovejas y cabras suelen pastar en los alrededores. Elevados, cantidad de bellas y diminutas mezquitas, se encuentran, hermosamente salpicadas aquí y allá, haciendo la vista adorable. 
La Gran Mezquita Central en Pattani
Y, para espectacular y magnífica, “La Mezquita Central”, propia de un cuento de príncipes y princesas, delicadamente deliciosa, aclamada como la más bella del país (sin duda).
Este lugar, por tener, cuenta hasta con su leyenda. A 7 kms. de la ciudad, se encuentra una antigua mezquita, construida en 1578, que continúa inacabada. Narra la historia que, un inmigrante chino, llegó a la provincia y se casó con una mujer del lugar. La hermana de éste, en un duro viaje desde CHINA, llegó para persuadirlo de abandonar el Islam y regresar al hogar. Éste, en un acto de re-confirmar su nueva fe, comenzó la construcción de la mezquita en cuestión (KRUESE). Ante esto, su hermana, conjura la maldición de que la mezquita nunca será terminada y, en el máximo de las amenazas, se suicida, colgándose de la rama de un árbol de anacardos. Su hermano, ante el dolor, no pudo terminar con su proyecto (le faltaba el techo). Se dice que, cada vez que alguien ha intentado hacerlo, un rayo destruye el trabajo.
Al lado del monumento, está la tumba de la difunta suicida, y el árbol utilizado para su ahorcamiento. Aparentemente, está en este momento, en otro Templo Chino, en el centro de la ciudad, artimaña del negocio económico que, las religiones mueven manipulando a los incautos e inocentes creyentes, que no cesan con sus donaciones, que les traerán fortuna.
Esta ciudad, claro está, tiene su Chinatown. En el mismo centro. Un entramado de calles, con algunas muy antiguas y tradicionales estructuras de la PATTANI antigua que convierten, el paseo por la zona, en algo fascinante. Entre sus calles, los siempre interesantes mercados que, visualmente, son más malayos que thai. Cosa lógica en un lugar donde, el ambiente y población musulmana es predominante.
Con suerte inmensa, mis días por estos lugares, han coincidido con un gran festival chino que llena el ambiente, de dragones, tracas, espectáculos, danzas sobre fuego y retumbe de tambores, haciéndome disfrutar inmensamente de la vista de musulmanes y budistas en armonía en las celebraciones y hasta practicando Taichi al unísono...”no todo está perdido”.
En medio de todo, mi alojamiento, con el ostentoso y arrogante nombre de Palace Hotel. Si bien mi habitación no es precisamente la de una reina, cuenta con todo lo necesario para hacerla suficientemente confortable, ofreciendo el lujo añadido, de servicio diario de habitación, lo que significa el mantenimiento de estas con cambio de sábanas y suministro de toallas. eso sí, las sábanas están siempre desgastadas, tipo “papelillo smoking ultra fino”. De color blanco amarillento traslúcido, están adornadas con cosidos, zurcidos, remiendos, parches añadidos (proeza increíble del personal del hotel para mantenerlas en uso). Pero, al menos, son lo suficientemente grandes como para cubrir (aunque su finura lo transparente), el aterrador y asombroso colchón, reliquia de un pasado muy lejano. Crujiente y con el tacto de una momia acartonada, fruto del paso de los muchos lustros, no he tenido el valor de mirar bajo la sábana. Para completar la cama la funda, demasiado pequeña para la almohada, te muestra, en todo su esplendor, el estado decrépito de ésta. Poco que añadir sobre las toallas, de un color marrón gastado, remendadas, raídas, deshilachadas y llenas de flecos (en solidaridad con las la sábana) pero, grandes (no el típico tamaño “pañuelo de nariz”).  Sorprendentemente secan bien...”estos inolvidables hoteles”.
Y si la ciudad, y sus alrededores, resultan fantásticos, mencionar que visitar los pueblitos de la provincia, te ofrece experiencias memorables. No siempre resulta fácil acceder a esos lugares que, por el “grado de peligrosidad elevado”, no cuentan muchas veces con transporte público cosa, después de todo, no problemática ya que, siempre, encontrarás la ayuda para llegar. 
Realmente remarcable es la visita a YARING, un atractivo pueblo en donde, tras caminar unos pocos kilómetros de hermoso trayecto, cruzando un bosque de manglares, llegamos a la “deliciosa, espléndida, encantadora, fascinante...Villa musulmana de pescadores de Talo Kapo” donde las más amables personas del mundo, tras mirarnos con asombro, nos ofrecieron la más calurosa de las bienvenidas.
En este lugar de moradores, dedicados a la pesca con barcas tradicionales de exquisitos diseños, se me ofreció la oportunidad de vivir una experiencia surrealista. Rodeados de los lugareños sentados en un tradicional lugar donde. comidas simples y apetitosas, salidas directamente del mar y bebidas, no alcohólicas, son servidas. El pintoresco chiringo, cuenta con la “elevada tecnología” de un televisor y un aparato de vídeo, especialmente para nosotros. El dueño, orgulloso de sus posesiones, nos pone un cd y, ante mi asombro, me veo, en este enclave de película, escuchando y mirando un concierto de Scorpion, con la Filarmónica de Berlín. Para más impacto...el volumen a tope. Sé que no fue un sueño pero, créanme, tuve mis dudas al respecto.
Hasta pronto.



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